Luz, color, vida...
Abrió lo ojos, y miró a su alrededor.
Recordó que, en el último año ,su cuerpo había sentido el calor del sol, la humedad de la lluvia, el frescor de la brisa y el frío de la nieve...
Su alma había reído, amado y llorado.
Respiraba, sentía, estaba viva y lo mejor de todo, era consciente del privilegio que era aquello.
Ese pensamiento dibujó una sonrisa en su cansado rostro, y la animó a seguir reconstruyéndose y luchar contra los fantasmas del pasado...
© by Bea